Durante el año 2023, junto a mi colega y amiga Vale Micou, enviamos un newsletter mensual que tenía como eje un árbol distinto en cada entrega. La especie de la que hablaríamos cada mes venía dada por los fabulosos calendarios diseñados bajo el proyecto Silvestre Jardín. El siguiente es un fragmento adaptado de esos textos colaborativos.
Correo de abril 2023.
Ruprechtia apetala, antes conocido como Ruprechtia corylifolia, es un árbol pequeño de hasta diez metros de altura que crece en terrenos montañosos, en laderas cálidas y asoleadas. En Argentina lo hace en el Chaco serrano presente en las provincias de Córdoba, San Luis, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Su nombre común proviene del parecido de sus hojas con las del manzano común, aunque botánicamente no estén emparentados. Es un árbol diclino dioico, esto significa que sus flores son unisexuales (femeninas o masculinas) y que se hallan en plantas distintas. Es decir, existen árboles pie femenino y pie masculino.
Al ver que en abril arrancaríamos con Ruprechtia apetala, me dio curiosidad saber si habría algún ejemplar en la Ciudad de Buenos Aires. Busqué en el mapa de Arbolado urbano y no encontré ninguno. Por suerte, un amigo inspector de arbolado y con un tremendo registro mental de ubicación de árboles me mencionó que había visto uno en el Jardín Botánico “Lucien Hauman” que se encuentra en la Facultad de Agronomía de la UBA.
Le avisé a Vale, pusimos un día, fuimos, ¡y lo encontramos!1
Pero, no fue tan simple. Cuando llegamos al ejemplar, ¡el cartel mostraba otro nombre! Esto es algo habitual ya que muchas especies van recibiendo distintos nombres en función del conocimiento botánico que se va generando sobre las mismas. Es así que encontramos a nuestro supuesto Manzano del campo bajo: Ruprechtia corylifolia.
También nos llevamos una sorpresa que nos hizo dudar sobre si efectivamente habíamos dado con la especie: Las flores no eran rosadas sino blancas. Vale entró en pánico al pensar que la especie del calendario (¡que ya estaba impreso y en venta!) no era la correcta, pero al hacer múltiples búsquedas en varios sitios de botánica reconocidos encontrábamos ejemplares con flores rosadas y otros con flores blancas. Esto afirmaba la idea de que este sí podía ser un ejemplar de R. apetala.
Por fin, luego de unos días encontramos el dato que resolvía todo. ¡El color de la flor es diferente en ejemplares femeninos y masculinos! Y en este caso, nos habíamos encontrado con un ejemplar pie masculino.
Con todo esto en vista dimos un paso más y finalmente sumamos el ejemplar al mapa colaborativo para que la próxima vez que alguien se haga la pregunta: ¿habrá algún ejemplar de esta especie cerca?, pueda encontrarla. Podés ver su ubicación en este enlace.
Si conocés la ubicación de otros ejemplares de esta especie podés sumarlo por medio del botón “Agregar árbol” que vas a encontrar en el mapa.
Podés encontrar el texto original y completo para este y los otros envíos del newsletter en este enlace.